Se habla mucho de este tema y este mes nosotros queremos exponer información contrastada tras conocer en los medios, que de seguro será de interés.
El consumo de aceite de palma está creciendo exponencialmente en todo el mundo, en especial en países consumistas de Europa, EEUU y este de Asia. Este producto esta en casi la totalidad de galletas y pastas que consumimos tanto en casa como en bares, cafeterías y restaurantes cuando desayunamos, merendamos o picoteamos.
También está presente en cosmética (pintalabios, cremas hidratantes, suavizantes de pelo, etc.) y en limpieza del hogar (detergente en polvo).
El consumo de este aceite, su demanda es tal, que están desapareciendo a ritmo vertiginoso bosques primarios y selva virgen, para plantar en ellos simples palmeras, de donde se extrae dicho aceite.
Eso de por sí ya es terrible noticia y quizá es conocida, pero todavía peor y eso nos centramos es que en esos bosques y selvas están las materias primas con la que poder obtener nuevas vacunas – que son ya necesarias – para poder combatir virus e incluso alergias (alérgenos) que pululan por nuestro mundo y que los que actuales fármacos no los combaten correctamente.
Sin duda no adquirir, no demandar aceite de palma es complicado, no tenemos tiempo para pararnos a leer la letra pequeña de los etiquetados, pero si en los establecimientos estuviera indicado con un cartel en grande qué productos tienen aceite de palma y cuáles no, yo sin duda elegiría los que no.
Por nuestra parte y en la medida de lo posible nosotros seguiremos trabajando para seguir informando sobre alergenos desde nuestras apps destinadas al sector de restauración y hostelería.
Y si quieres documentarte mejor, os invitamos a ver estos videos. El primero es una breve introducción (dura 2:24″) y el segundo es toda el desarrollo del problema (dura 43:53″)